El Supremo da la razón a los sindicatos.
Los permisos retribuidos por matrimonio, nacimiento de hijo o hija, fallecimiento, accidente o enfermedad graves, hospitalización o intervención quirúrgica sin hospitalización que precise reposo domiciliario, de parientes hasta el segundo grado de consanguinidad o afinidad, que establecen los apartados a) y b) del artículo 37.3 del Estatuto de los Trabajadores, deben disfrutarse a partir del primer día laborable del trabajador o trabajadora, al hecho causante.